
Es así como los aprendices SENA que residen en zonas de alta vulnerabilidad, se convierten en ejemplo ideal de trabajo colaborativo para el desarrollo social y el bienestar de sus poblaciones.
Tal es el caso de operarios y técnicos del programa de formación del SENA ‘Construcción de Obras Civiles’, de Puerto Libertador, quienes levantaron varias construcciones, como el comedor y las baterías sanitarias de una escuela o la elaboración de bloques, pisos, postes y ventanas de los salones comunales y centros de salud del sector donde residen.
Un lugar de oportunidades
Así es Puerto Libertador, municipio cordobés, ubicado a tres horas de Montería, la capital del departamento, conocido por sus riquezas naturales, especialmente de sus suelos, donde abundan yacimientos de oro, carbón y ferroníquel; bondades que se han visto opacadas por el desplazamiento causado por la violencia y los desastres naturales, dado que se encuentra ubicado dentro de la cuenca alta del Río San Jorge, a la que confluyen las micro cuencas de los ríos San Pedro, San Juan y Uré.
Con una población rural de 2.800 personas y de aproximadamente 24 mil habitantes en la cabecera municipal, en este lugar habitan indígenas Embera Katíos y Zenúes, así como desplazados y campesinos que viven de la agricultura, la ganadería, la minería, la caza y la pesca.